MIGUEL BRIEVA. Lo que me está pasando

Miguel Brieva (Sevilla, 1974) es por definición un ser artístico, inquieto. Es autor de los libros Bienvenido al mundo (Reservoir Books, 2007), Dinero (Reservoir Books, 2008), El otro mundo (Reservoir Books, 2009), Al final (Kókinos, 2010), una colección de libros de texto de Educación para la Ciudadanía (Akal, 2011), Memorias de la tierra (Reservoir Books, 2012) y Obras incompletas de Marcz Doplacié (Belleza Infinita, 2012); es también editor de la revista Dinero, ha colaborado en El Jueves, El País y Rolling Stone, entre otros, y además forma parte del grupo musical Las Buenas Noches, quienes han lanzado tres álbumes: Aventuras domésticas (2008), Un mal día lo tiene cualquiera (2011) y Hoy ya es mañana (2014).

Ahora Brieva rompe moldes con su primera novela gráfica, Lo que me está pasando. Diarios de un joven emperdedor (Reservoir Books, 2015), en la que plasma una época de crisis, frivolidad, corrupción y desolación desde su peculiar punto de vista.

En ella nos presenta a Víctor, un joven parado que a lo largo del relato reflexiona —solo o acompañado de sus colegas los emperdedores— sobre política, masa, consumo e incluso sobre el lugar al que se ve relegado el arte en este panorama desolador, todo ello mientras mantiene un pulso constante consigo mismo y lo que le rodea, tratando de diferenciar lo que es real de lo que no, acudiendo con mayor o menor periodicidad a la consulta del psiquiatra, y mezclando la medicación con estupefacientes y alcohol.

Su obra, lejos de la ilustración satírica al uso, se caracteriza por una fuerte carga simbólica y reivindicativa; Brieva dirige sus constantes bofetadas con la mano bien abierta ironizando especialmente sobre la dominación publicitaria a la que estamos sometidos, a la sociedad consumista actual y a las frecuentes atrocidades medioambientales perpetradas por magnates (del ladrillo, del petróleo, etc.). En ocasiones la reivindicación va acompañada de imágenes fantásticas, de poesía visual, y se genera dentro del marco de la viñeta un clima único, inenarrable.

De algún modo, Brieva ha sido desde el comienzo de su carrera algo así como un personaje chamánico, un profeta que nos avisaba de lo que estaba por venir. Lo que me está pasando no es sólo el diario de un joven emperdedor, como se autodenomina la obra a sí misma, es la crónica de una situación insostenible contada por un personaje horrorizado, desencantado y no menos afectado por las atrocidades que todos presenciamos diariamente, ya sea al encender la televisión o al dar un paseo por la calle, entendiendo así por horror o atrocidad no sólo el marco de desigualdad, miseria e injusticia que se genera en torno a una situación de crisis económica, sino como un sentimiento incluso kafkiano en la forma de percibir las cosas desde el punto de vista de un ser que se considera débil, pero que en realidad es ultrasensible hacia lo que lo rodea.

La obra, distanciándose del humor gráfico convencional pero conservando una fortísima carga irónica como una llamada desesperada al sentido común y a la unidad, nos hace reflexionar y nos convierte en partícipes, acompañados de los espíritus de nuestros ancestros, del principio del cambio o el final del mundo tal y como lo conocemos. Sería injusto decir que la obra se centra exclusivamente en el ámbito político, social o de la crítica. Ante todo, se trata de una lectura de lo más inspiradora, acompañada de citas célebres (entre otros, Pessoa, Hunter S. Thompson, Buñuel…) que enmarcan el desarrollo de la historia (Enric Selt: «Era un tipo firme, estable, de esos, como se suele decir, con los pies en el suelo. Sólo que en el suelo de la luna»).

Independientemente de su contenido, Lo que me está pasando nos ofrece un espectáculo visual desde la primera página, mostrándonos impresionantes ilustraciones que llegan a abarcar la página completa, en las que se hace un elocuente uso de las diferentes tonalidades del rojo-naranja para destacar elementos. Aunque el dibujo y el estilo en general puedan estar relacionados más o menos con el panorama underground, la obra de Brieva destaca por su revolucionaria originalidad.

Lo que me está pasando no sólo es una grata sorpresa en el panorama del cómic nacional, sino que plasma de manera contundente un periodo histórico de desencanto, primero, y cambio, después.