Santi Carrillo y el poder de las canciones

El editor de la Rockdelux ha comisariado una exposición sonora en Casa del Lector (Madrid), “El poder de las canciones”, una selección de 60 momentos pop del siglo XX. Hablamos con él al respecto de esta propuesta.

Desde el 29 de enero y hasta el 4 de octubre, en Casa del Lector (Matadero, Madrid) estará alojándose la exposición sonora El poder de las canciones. 60 momentos pop del siglo XX. Consiste en una serie de paneles ubicados en los pasillos, o “puentes”, de la segunda planta de la institución, en los que podemos ver una imagen del artista o grupo, su nombre, años que estuvo en activo o año de nacimiento y defunción, título de la canción, año en que fue publicada, la letra en su idioma original y una traducción al castellano, todo ello precedido por una breve introducción al tema. Conectados a cada panel se hallan dos auriculares marca Philips. Las canciones se repiten en bucle.

Aparte de los temas y nombres que se mencionan más adelante, encontramos piezas como “The sound of silence” de Simon y Garfunkel, “Man in black” de Johnny Cash, “Born to run” de Bruce Springsteen, “Common people” de Pulp, “Je t’aime… moi non plus” de Serge Gainsbourg, “Walk on the wild side” de Lou Reed, “Waterloo Sunset” de The Kinks, entre muchas otras. Santi Carrillo, editor de la ya mítica Rockdelux, ha comisariado esta exposición y hemos hablado con él al respecto de esta propuesta.

Santi, ¿cuáles fueron tus objetivos al comisariar esta exposición?

El objetivo fue aprovechar la oportunidad que me brindó Casa del Lector para poder explicar de una manera acelerada y rápida la historia del pop desde los años 50 hasta el final del siglo XX en 60 canciones de una manera didáctica mediante canciones y artistas fundamentales del rock, del pop y de otros estilos, que hubiesen llegado al gran público y que fuesen reconocibles. Es una exposición muy simple, con la posibilidad de escuchar la canción, leer la letra en el idioma original y traducida, en donde se incluye una pequeña contextualización, una introducción para situar cada uno de estos temas en el tiempo o en la carrera del artista.

¿Cuáles fueron los criterios para elegir estas 60 canciones?

Es un criterio muy personal pero yo creo que unas 40 canciones de estas 60 las elegiría casi todo el mundo porque son canciones claves en la historia del rock. Aquí están los grandes grupos: Los Rolling Stones y Los Beatles, Van Morrison, Marvin Gaye, Elvis Presley, Johnny Cash, Los Who, Led Zeppelin… Son artistas inevitables en cualquier historia, entonces se intentó escoger probablemente su canción más significativa o más relevante.

Sí, de hecho, la selección en general resulta bastante coherente y lógica…

Todas las canciones me gustan muchísimo, algunas más que otras. Intenté que hubiese un equilibro entre grandes nombres, que son casi todos, y algunos otros. Hay mucha música negra, aparecen Sam Cooke, Los Impressions, Otis Redding, James Brown; hay hip hop, Public Enemy y Grandmaster Flash & The Furious Five; aparece también Kraftwerk, los padres del techno tal como se concibió después de los años 80; hay punk representado por Los Clash, los Sex Pistols, Undertones; hay disco con Gloria Gaynor, ABBA; en fin, hay un poco de todos los estilos.

James-Brown1971-LVÚ

James Brown lo decía alto y claro: «soy negro y estoy orgulloso».

Escoges algunas canciones que a priori no parecen ser las más icónicas de sus creadores o intérpretes implicados. Por ejemplo “Hey hey, my my (Into the black)” de Neil Young en vez de “Heart of Gold”, “Sign ‘O’ the times” de Prince en vez de “Purple Rain”, “Say it loud – I’m black and I’m proud” de James Brown en vez de “I Feel Good” o “Sex Machine”. Así tengo algunos ejemplos más. ¿En base a qué responden estas selecciones?

En el caso de James Brown la que había escogido en primera instancia era “Sex Machine” porque obviamente es la canción más popular de él, pero al final opté por esta porque se trata de una exposición en un centro de literatura, las letras también tienen que tener importancia o la canción debe de tener una significación especial. En “Say it loud” (1968), James Brown lo dice alto y claro: “soy negro y estoy orgulloso”. En aquellos momentos esto era todo un alegato, un símbolo en una época en la que los negros todavía estaban mal vistos, aunque de cierta manera lo siguen estando como demuestran las confrontaciones raciales actualmente en los Estados Unidos. Estas reafirmaciones raciales también están presentes, por ejemplo, en “A change is gonna come” (1964) de Sam Cooke, quien estaba anunciando lo que iba a ocurrir. Tristemente fue prácticamente la última canción que grabó antes de su asesinato. Luego está “People get ready” (1965) de Los Impressions, un tema de Curtis Mayfield previo a su carrera en solitario, donde anunciaba también todo lo que estaba por venir, la lucha y la reivindicación de los derechos civiles de los negros, inspirándose en la música de las iglesias, el góspel. Marvin Gaye en “What’s going on” (1971) refleja el clima de cambio social durante la guerra de Vietnam y la miseria que se estaba viviendo en los guetos de los Estados Unidos.

En cuanto a Prince, ya el propio título de la canción, “El signo de los tiempos” (1987), es otro manifiesto brutal, en el que, escuetamente, en pocas líneas, retrata un situación de crisis como eran los Estados Unidos de Ronald Reagan en los 80. Habla de la guerra tecnológica, el desequilibrio financiero, la epidemia del SIDA… “Purple Rain” es una canción más popular pero menos rica en cuanto a la concepción lírica de lo que sugiere.

De Neil Young pude haber escogido muchas porque tiene una carrera muy larga que empieza desde los años 60 pero escogí “Hey hey, my my (Into the black)” (1979) porque también representa un cambio de paradigma. Era el Neil Young ya adulto que en aquel momento sintonizaba estética e ideológicamente con el punk, género que entonces estaba arrinconando precisamente a los dinosaurios como él; no por nada en la canción menciona a Johnny Rotten. Además Kurt Cobain citó parte de la letra en su nota de suicidio. Es una canción puente que mostraba al Neil Young clásico, con ese amor al rock and roll, sintonizando con el punk, que era lo que estaba ocurriendo en aquel momento, abriendo en progresión lo que iba a ser el sonido grunge de Nirvana al final de los 80 y principios de los 90. Por eso la escogí.

"Estamos demasiado ciegos para ver / simplemente volvemos la cabeza / y miramos a otro lado", cantaba el "Rey" en "In the ghetto".

«Estamos demasiado ciegos para ver, / simplemente volvemos la cabeza / y miramos a otro lado», cantaba el «Rey» en «In the ghetto».

De Elvis podrías haber también escogido muchas pero finalmente fue “In the ghetto”…

Si no hubiese escogido esa tal vez hubiese elegido una del principio. Lo que pasa es que las letras del principio del rock and roll son muy simplonas. Opté por “In the ghetto” porque pertenece a la época adulta de Elvis, del año 69 cuando además hizo “Suspicious mind”. Es una reflexión social sobre lo que está ocurriendo a un niño en un gueto, el clima de miseria, la posible delincuencia… y es curioso que Elvis Presley, un icono del rock ‘n’ roll, cantase -aunque la letra no es suya- una canción así, con un grado de conciencia social que normalmente no se le atribuye a él porque parecía que vivía en un mundo de fantasía y lujo, siempre dopado. Este tema demuestra que también tuvo ese punto de reflexión social.

Cuando nos introduces “Be my baby” (1963) de The Ronettes en los textos que hay en los paneles de la exposición, estableces un paralelismo entre Phil Spector y Wagner, ¿realmente crees que Spector como productor es equivalente a algo así como a un Wagner? Son palabras mayores. ¿Podrías desarrollar un poco más la idea?

He de decir que no todos los textos de las instrucciones son míos. Hice 30, Juan Cervera hizo 19 y Gerardo Sanz 11, quienes son también colaboradores de Rockdelux. En este caso el que la escribió fue Gerardo Sanz pero coincido plenamente. Phil Spector es probablemente el productor estrella de la historia de la música pop, un megalómano de categoría superior, así ha acabado en la cárcel. Era un perfeccionista absoluto. El “muro de sonido” (“Wall of Sound”) era un elemento característico de sus producciones. Por eso se hace esa comparación con Wagner –entre comillas obviamente- porque buscaba un sonido total a través de capas superpuestas, coros, segundas voces, melodías por debajo… Spector es un personaje ineludible en la historia de la música.

Has escogido “A day in the life” de Los Beatles y también “God” de John Lennon…

No escogí “Imagine”, hubiese sido la elección más evidente y más tópica porque es una canción pacifista pero para mi gusto un poco cursi. Escogí “God” (1970) porque es la última palada de tierra al ataúd de los Beatles. Es una reafirmación de John Lennon en solitario y su relación con Yoko Ono, a quien todo mundo acusó como culpable del fin de los Beatles. Pero ella no era sólo eso, sino ya toda una artista de vanguardia en su momento, conceptualmente muy atrevida. Para mí es una de las personalidades femeninas más relevantes del arte. “God” además es una retahíla, una guía telefónica de mitos que Lennon va destruyendo, concluyendo en que no cree en absolutamente nadie. “Imagine” es un emblema pero no tiene ninguna arista, es un mensaje muy simple.

¿Ninguna canción de Paul McCartney te parece lo suficientemente icónica como para entrar en esta selección? (En la exposición, MCartney sólo aparece citado a razón de “God only knows” de The Beach Boys, afirmando que es “la mejor canción jamás escrita”).

Para estar entre la 60 no. Hubo muchos otros que se quedaron fuera. Por ejemplo Jerry Lee Lewis, fundamental en los principios del rock ‘n’ roll. Little Richard y él son posiblemente las dos bestias más poderosas que ha habido en el rock ‘n’ roll, mucho más que Elvis y Chuck Berry. No lo escogí porque la letra de “Great Balls of Fire”, que hubiese sido la elegida, tampoco es que fuese muy poderosa. Como sí lo es en cierta manera el “Tutti Frutti” (1955) de Little Richard que sí está presente, una canción que tenía en su origen una estrofa muy provocadora porque hablaba del sexo anal en aquel momento, imagínate, qué barbaridad, y que se cambió porque no hubiese sido aceptada para ser programada en la radio. De ahí las frases onomatopéyicas. Aparte de él, otra artista importante que se quedó fuera es Joni Mitchell. Es la primera gran compositora de folk, referencia de todo el folk femenino que vino en las décadas posteriores, desde Rickie Lee Jones a Suzanne Vega. Un emblema de ese tipo de folk-rock entre personal y al mismo tiempo concienciado. También se han quedado fuera los Ramones. Pero a Paul McCartney no lo hubiese puesto.

The Smiths, "la última gran banda británica clásica", según Santi Carrillo.

The Smiths, «la última gran banda británica clásica», según Santi Carrillo.

¿Has escrito tú la introducción sobre Los Smiths?

Ahí afirmas que son “la última gran banda británica clásica”, ¿ni siquiera Radiohead puede llegar a ocupar ese puesto?, quienes por cierto también aparecen en tu selección con “Creep”.

Cuando hablo de “música clásica” me refiero a bandas como Los Beatles, Los Rolling Stones, Los Clash, ese tipo de grupos míticos con los que se cierra una época. Los Smith en los años 80 fueron la gran banda de pop independiente. Su iconografía, que ya se explicita en sus portadas, posee un magnetismo especial, con ese grafismo, esas fotografías que representan el Free Cinema inglés, la vida ordinaria de la gente de clase obrera en la Inglaterra de los años 60. Morrissey es un gran divo, estrella del rock and roll absoluta.

A Radiohead los veo de otra manera, para mí empezaron siendo un grupo bastante mediocre en sus inicios, a pesar de la canción “Creep” (1992). Luego se fueron transformando progresivamente hasta convertirse en el gran grupo “experimental” al mismo tiempo que mainstream de los últimos años, pero no creo yo que Thom Yorke tenga el poder icónico de Morrissey, o tampoco por descontado esas canciones que hacía Johnny Marr en la guitarra, unas melodías preciosas. Creo que el dúo Johnny Marr-Morrissey es comparable al dúo Lennon-McCartney, Joe Strummer-Mick Jones, Jagger-Richards, y otros.

Sé que ahora mismo Radiohead está considerado el gran grupo pero yo no los veo como, por ejemplo, fue Bob Dylan en lo 60, el gran revolucionario, o David Bowie en los 70 en que cada disco creaba un estilo diferente, anunciaba nuevas modas, creaba nuevas tendencias, pasaba del sonido mod al folk al glam a la new wave, hacía música experimental, anunciaba lo que iba a venir con el punk. O luego Prince en los 80 en que cada disco era otra obra maestra, siendo el gran icono. Para mí Radiohead no está a la altura de estos.

También escogiste diez canciones de artistas del estado español. Llama la atención la ausencia de Radio Futura, ¿por qué decidiste prescindir de ellos?

Tampoco está Nacha Pop, podrían haber estado con “Chica de ayer”. Esto sí que es una selección más personal, ya sé que es muy discutible, sólo son diez.

Serrat, "cumbre de la canción de autor en España tanto en catalán como en castellano", apunta el editor de la Rockdelux.

Serrat, «cumbre de la canción de autor en España tanto en catalán como en castellano», apunta el editor de la Rockdelux.

Escogí “Mediterráneo” (1971) de Serrat, quien para mí es la cumbre de la canción de autor en España tanto en catalán como en castellano. Esta podría ser el himno de España, por ese carácter tanto mediterráneo como libertario que se respira en la música y la letra, simple pero poética, buscando ver más allá de la propia vida, bajo la idea de dejarse llevar y fantasear. Métricamente es perfecta, las estrofas clavadas. Serrat en su mejor momento es insuperable.

Otra momento insuperable es La leyenda del tiempo (1979) de Camarón, un disco cumbre y polémico porque en su momento fue una conmoción en el mundo del flamenco por sus influencias del rock, tanto así que fue rechazado por los propios gitanos amantes de la música de Camarón. Cumbre en la trayectoria de Camarón, cumbre en la mejor música de España. Podría haber escogido también “Volando Voy” compuesta por Kiko Veneno, como otro posible himno alternativo de España como “Mediterráneo”. Cogí “La leyenda del tiempo” porque da nombre al álbum y porque está también ahí Federico García Lorca y como ya digo, la exposición había que hilarla a la literatura. El texto es de un Lorca en su máxima plenitud, con esas imágenes psicodélicas que parecen propias de un estado casi de drogadicción porque está hablando de cosas intangibles. Camarón estaba en su mejor momento antes de desembocar en el mundo de la heroína, justo después de su etapa con Paco de Lucía. Este disco es un puente entre dos épocas, es una canción imprescindible.

A partir de esas dos ya quedaban sólo ocho, entonces escogí dos de la década de los 90 que son las canciones indies por antonomasia. Una es de Family (“Nadadora”), un grupo que sólo tuvo un disco, Un soplo en el corazón (1993), un álbum precioso y unas letras muy románticas. Se convirtieron en una leyenda porque no hicieron más. Javier Aramburu, conocido también como grafista y pintor, dejó la música, nunca más se supo de él, no ha querido hacer entrevistas. Sólo hay una foto conocida del dúo Family que es la que se ve en la exposición. Es un disco que marcó a mucha gente. Elegí a Los Planetas con “Qué puedo hacer” (1994) por ser el grupo bandera de la generación indie, los cabezas de cartel de todo lo que pasó después.

De los 80, pues sí, aquí podría haber estado Radio Futura, Nacha Pop, pero opté por Loquillo y Los Trogloditas, el “Cadillac solitario” (1983), con la pareja Sabino Méndez-Loquillo en su mujer momento en El ritmo del garaje, su disco más sobresaliente. Es una canción romántica que te retrotrae al espíritu del rock and roll de los años 50 con guiños a una película como podría ser American Graffiti (Francis Ford Coppola, 1973), referencias a Barcelona, al rock ‘n’ roll… También escogí “Bailando” (1982) de Alaska y los Pegamoides, una canción muy popular, en clave funky, momento cumbre de Grandes éxitos, con esa letra ingeniosa y resultona. Son el grupo bandera de toda la movida madrileña.

Quise que hubiese una representación de los idiomas de España, por eso escogí una en catalán, una en gallego y otra en vasco. “Txoria txori” (1974) de Mikel Laboa está considerada como la mejor canción en vasco de la historia. Para ellos es, digamos, como si fuese algo de Bob Dylan. Es una canción que con estrofas muy cortas habla de la libertad y del amor de una manera espectacular. La letra dice “Si le hubiera cortado las alas habría sido mío, no habría escapado. Pero así, habría dejado de ser pájaro. Y yo… yo lo que amaba era un pájaro”. Creo que este tema tiene un componente magnético. Laboa es uno de los grandes artistas que hemos tenido en España en las últimas décadas, un coloso de la canción, toda una referencia, hizo discos experimentales cuando nadie los hacía y al mismo tiempo canciones muy populares; siempre jugó moviéndose en los dos sentidos, con un montón de referencias a la literatura, la filosofía…

En catalán escogí a Jaume Sisa, “Qualsevol nit pot sortir el sol” (1975), un emblema en Cataluña. Es una canción de fantasía libertaria, de reconocimiento de la inocencia, mediante una retahíla de nombres extraídos de la fantasía popular, de la infancia, del tebeo, de películas… personajes a los que invita a una fiesta donde al final, acaba diciendo, “sólo faltas tú”; un tema para convertir la tristeza en humo.

Y como faltaba una canción en gallego preferí que hubiese una de Os Resentidos, “Galicia caníbal (Fai un sol de carallo)” (1986), en su momento muy populares en Galicia y fuera. Es una gamberrada que define muy bien el carácter de Antón Reixa, surrealista, gamberro, burlándose un poco de todo.

Kanye West, ¿icono del siglo XXI?

Kanye West, ¿icono del siglo XXI?

¿Qué canciones de pop se podrían considerar icónicas de lo que llevamos de siglo XXI?

Cuando se empezó a gestar la exposición también hubo un momento en que pensé dedicar uno de los cinco puentes a canciones del siglo XXI pero al final opté por un concepto más cerrado. La verdad es que yo creo que las mejores canciones del siglo XXI las encontramos en el hip hop y el R&B, divos de lo que se considera música comercial, Beyoncé, Kanye West… En cuanto a producción y gancho pop son, para mi gusto, los que ahora mismo se encuentran más evolucionados artísticamente. A veces estas canciones no forman parte de álbumes conceptuales importantes pero como singles sí definen los tiempos en los que vivimos. Al final opté por meter el puente de las canciones españolas que no estaba previsto.

Por último Santi, ¿crees que el pop se está institucionalizando?

No. Esto es una puesta muy valiente de Casa del Lector para que también se empiece a hablar de la música pop, de la música no clásica, como una manifestación de primer nivel. Estas canciones definen muy bien su tiempo, aparte de que tienen ese poder de que cuando se te introducen en la memoria ya se te quedan para siempre. Y años después cuando recuerdas una canción o la vuelves a escuchar de casualidad, probablemente recuerdes en paralelo todo lo que viviste al lado de esa canción, la gente con la que estabas, dónde estuviste en aquellos años. Ese es un poder que sólo tienen algunas obras de artes.

Vistazo a la exposición sonora "El poder de las canciones. 60 momentos pop del siglo XX".

Vistazo a la exposición sonora «El poder de las canciones. 60 momentos pop del siglo XX».


Foto Santi Carrillo: Alfredo Arias.

Foto Serrat: Colita.


¿Te ha gustado lo que has leído? Haz una contribución a través de PayPal entre los 0.10 € y los 18 € (o su conversión a cualquier tipo de divisa) para que La Vida Útil pueda resistir y crecer:

Botón donar Paypal

Sin comentarios... aún

Deja un comentario

*

*

336x280ad

Relacionado con