Me cuesta no dejarme llevar por el fanatismo mitómano con las obras en las que interviene Dafoe… Lo intentaré; una cosa me ha llamado poderosamente a atención en lo que se comenta: el elogio de la pasión, esas ganas y afán por presentar al espectador un hombre apasionado. Solo con esa intención y con la habilidad narrativa que se le presupone a Ferrara, puede haberse logrado una gran historia. Me la apunto.Y es que no hay nada que respete más en este mundo de seres planos que un ser humano apasionado.