Alicia Paz, feminidad extravagante

Las mujeres que plasma poseen un halo que transmite cierta fantasía, como si fuesen ilusiones inalcanzables.

Este pasado febrero se celebró la quinta edición de JustMad en la ciudad de Madrid, una feria de arte emergente en la que se congregaron alrededor de 30 galerías de distintas partes del mundo (España, Colombia, Argentina, Portugal, Alemania, Letonia, etc…), tales como Louis 21, Panal 361, Gema Llamazares Galería de Arte, Kubikgallery, entre otras. Fue en el puesto de Galerie Dukan (con sedes en París y Leipzig), donde encontré lo que personalmente considero fue la artista más destacada de todas y todos los ahí reunidos, la mexicana Alicia Paz (Ciudad de México, 1967), actualmente viviendo y trabajando en Londres.

Jorongo Jalousie, 2012

Jorongo Jalousie, 2012

Su labor artística es una combinación de técnicas entre el collage, el acrílico y el óleo. Su obra posee mucho colorido, multiplicidad de texturas, variedad de motivos y un gran sentido de la feminidad. Es algo así como barroquismo pop glamuroso. Si un primer vistazo general a sus pinturas sorprende por su manifiesta riqueza, mirarlas al detalle resulta un ejercicio aún más fascinante y entretenido porque ahí donde fijes los ojos descubres particularidades que de una manera naturalmente extraña se conjugan con el todo: una concha o un botón es un pendiente; una gema o una especie de esponja es una nariz; los dedos de un guante amarillo con los que se limpian los baños es un collar…

Sus obras no suelen ser planas, tienden a salirse del cuadro, la visión de la artista es tridimensional, superponiendo capas, creando relieves que dotan a sus creaciones de un dinamismo y una viveza que casi parecieran la antítesis de lo que personalmente creo es la mayor inclinación actual del arte contemporáneo a nivel global: la aridez y el conceptualismo casi siempre llevado al vacío en pro de una negación a una estética bella y amable.

Las flores que se encuentran en sus obras parecieran haber germinado explosivamente desde el soporte del cuadro; las mujeres que Alicia Paz plasma suelen estar ocultas como por máscaras alucinantes, a menudo dejando únicamente al descubierto sus ojos y a veces sus bocas, siempre sensuales y hasta seductoras, aunque con un halo que transmite cierta fantasía, como si sus mujeres fuesen ilusiones inalcanzables.

Me gustaría destacar algunas de sus obras en particular como Death Mask (2013), en la que un cráneo  parece esconder una mirada entre juzgadora y tierna; Jorongo Jalousie (2012) y su aparenta sonrisa bajo el antifaz y por la manera en que el torso termina convirtiéndose en un tejido de tiras de papel; Frankie (2013) donde habita una extravagante mujer con facciones paradójicamente de bruja; Hidden (2011) en la que se ocultan tres hermosas jóvenes que parecieran observarnos con curiosidad, como si nosotros fuésemos los que provienen de un mundo extraño y no ellas; (Trans)form (2011) en la cual la artista plasma a una chica sofisticada, suntuosa y exquisita, auténtica desde su excéntrica irrealidad…

En fin, estas, por supuesto, no son las únicas obras de Alicia Paz que pueden cautivar nuestros sentidos, lo mejor es detenerse en cada una de ellas, disfrutando sus encantos, conectando con su singular simbología. Espero que esta artista mexicana siga cultivando una carrera tan original y estimulante como hasta ahora.

Death Mask, 2013

Death Mask, 2013


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