PERICO SAMBEAT. Elàstic

El autor valenciano firmó uno de sus mejores álbumes, donde ritmos clásicos del jazz como el be bop y sus variantes, el soul, el smooth y la psicodelia conviven con recursos y planteamientos más contemporáneos.

PERICO-SAMBEAT.-“Elàstic”-LVÚEl claro antecesor de Elàstic (ContraBaix/Karonte, 2012), el vigésimo primer álbum como líder o co-líder de Perico Sambeat (Godella, Valencia, 1962), lo encontramos en Ziribuye (ContraBaix/Karonte, 2005), aun cuando la alineación que el saxofonista valenciano eligió para uno y otro disco no coinciden. Ziribuye es en formato sexteto y lo conformaron T. Belenguer (trombón), J. Reinoso (piano), M. Ayza (batería), R. Colom (trompeta) y P. Charlín (contrabajo). Además Elma Sambeat, sobrina de Perico, registró su voz en un tema, “Rosa dels vents”. En cambio, Elàstic se pensó para quinteto. Sambeat conformó uno de reconocida altura internacional: el pianista belga Eric Legnini, el guitarrista portugués André Fernandes, el contrabajista francés Thomas Bramerie y el baterista estadounidense Jeff Ballard.

Lo que sí une uno y otro disco, y esto es más importante, es su relación, material e inmaterial, con el “Proyecto Gaia” que desde el 2004 está siendo comandado por Rhea Marmentini, artista plástica y pareja sentimental de Perico. Las portadas de ambos discos son obras de ella; una, Saltalunas jugando en el suelo de Gaia; la otra, Conato de mantener intacta y central una reserva incalculable de luz. El proyecto abarca diversos paradigmas pero sobre todo busca enlaces entre arte y naturaleza. Se compone por varios individuos que se hacen llamar Colectivo Cromañón; son artistas de todo tipo, musicólogos, artesanos y estudiosos de la biología. Su punto de trabajo y encuentro se ubica en un paraje de la Sierra Calderona de Valencia, en el entorno del monte de la Redona o Peña de Gilet, donde Rhea Marmentini y su equipo dieron forma a una escultura monumental y sensibilizada con su hábitat, El Dragón de la Calderona, una construcción que sirve también como sede del “Centro de Investigación de Artes y Naturaleza” (C.I.A.N.) donde se desarrollan actividades recreativas y educativas relacionadas al proyecto. A este complejo se une también el Bestiario, un parque escultórico donde habitan todo tipo de seres imaginarios. Este proyecto es, técnicamente, una intervención artística que podríamos identificar como land art/arte ambiental que, en su conjunto, ha sido ideado como una recuperación paisajística y vital de esa región, la cual ha sufrido deterioros desde la década de los setenta producidos a raíz de la negligencia humana.

En lo musical, también Ziribuye y Elàstic tienen puntos en común, algunas composiciones exploran las posibilidades del jazz como género y otras parecen inspirarse en estructuras y evocaciones similares. Son álbumes muy personales, donde percibimos a un artista retándose como creador.

Grabado en un solo día el 14 de noviembre del 2011 en Millenia Estudios en Valencia y producido por el propio Sambeat, Elástic es un álbum de nueve agraciados temas originales. El trabajo está dedicado a la memoria de Bernardo Sassetti porque meses después de la grabación y antes de la publicación, el 10 de mayo del 2012, el pianista portugués, compañero de muchas aventuras de Sambeat, trágicamente murió al despeñarse tratando de sacar una fotografía. Sassetti estuvo a las órdenes del valenciano en Perico (Lola Records, 2001), Baladas (ContraBaix/Karonte, 2011) y en un tema de Flamenco Big Band (Verve, 2008). A su vez, Perico le devolvió el favor en tres álbumes del portugués: Salsetti (Groove, 1994), Mundos (Universal/PolyGram Portugal, 1996) y Unreal: Sidewalk Cartoon (Clean Feed, 2006).

El inicio del álbum no es convencional porque los primeros compases son como si de pronto cayera sobre el oyente una invisible, hechizante y cálida cascada que nos golpea de lleno, que cae desde el infinito río del cual beben los actuales compositores de jazz contemporáneo. Después de esta bellísima introducción, “Nereida” encuentra su motivo principal en y alrededor del instrumento de Perico Sambeat. Uno de los puntos enriquecedores en sus composiciones es que Perico es un eje del motivo de la pieza y/o un carácter conciliador entre los músicos, y no un elemento estrella que figura en exceso. Aunque evidentemente Sambeat ejecuta unos lances de cátedra (toca saxofón alto y soprano, y experimenta con pedales que distorsionan los sonidos naturales del instrumento), su música no se centra exclusivamente en él sino en las dinámicas posibles de una formación determinada de músicos. Permite que sus acompañantes también desarrollen pasajes complejos que aportan a las composiciones otra dimensión mucho mayor. Comprobaremos así que Perico Sambeat se sabe rodear de grandes músicos. El primero en salir al ruedo, luego de Perico claro está, es André Fernandes y su interpretación a la guitarra eléctrica es fina, excelsa y limpia. Gran acierto incluirlo en esta formación porque su instrumento ofrece matices armónicos y tímbricos diferentes a los instrumentos acústicos de los demás. El portugués ha publicado ya cinco discos como líder y más de veinte como colaborador, cosechando excelentes críticas.

“Elastic” es un tema muy groovy, cercano al funk. Perico, como no puede ser de otra manera, se descubre rápidamente como líder de esta pandilla de “elásticos”; en este corte, el saxofón es el más temerario y sobrado de actitud, y los demás son sus secuaces que le secundan en sus fechorías: ¡la de hacernos disfrutar! Son el típico grupo de amiguetes al que uno quisiera pertenecer porque molan. En esta melodía todo funciona y encaja, los cinco, como en una partida de póker, muestran sus cartas, saben a qué juegan y cada uno cumple su rol en el desarrollo de la representación.

“Ouija” es lenta, misteriosa, hipnótica, como un encantamiento de serpiente o un furtivo encuentro con el más allá. Destaco aquí la cuidadosa y seductora interpretación al contrabajo de Thomas Bramerie, un músico afincado en Nueva York desde hace más de una década y que ha colaborado con gente como Chet Baker, Toots Thielemans, Horace Parlan, entre tantas otras figuras importantes del jazz.

La 7ª esfera” es un tema de suspicacia, duda y atrevimiento, con una sonoridad un tanto espacial que despierta en mi imaginación diversas escenas cinemáticas o a modo de viñetas de cómic que me remiten a la Ciencia Ficción. Sugerente y provocador el aporte de Eric Legnini a los teclados y aquí en concreto se luce con el piano Fender, dotándole a la composición unas texturas que inquietan y atrapan. El pianista belga lleva unos años residiendo en París y ya ha publicado más de una decena de discos como líder.

“No te aguanto más” es, paradójicamente, una de las melodías de Elàstic que más fácil se le quedan a uno en el día a día. Es un tema que sabe estar y se deja querer. Es como una gran fiesta donde todo el mundo se lo está pasando bien. Te propongo que en tu siguiente reunión con los amiguetes lo compruebes: está canción caerá bien a todos.

“Conato de mantener intacta y central una reserva incalculable de luz” es la composición que musicaliza la pintura que adorna la portada. La breve pieza es de corte experimental, lisérgico y fuera de este mundo, recordándonos con ello, al igual que el diseño gráfico del álbum que también estuvo a cargo de Rhea Marmentini, que las drogas y el jazz se llevan muy bien.

Preciso, sutil y arriesgado el trabajo que se marcó en este álbum el percusionista Jeff Ballard, con quien Sambeat ya había trabajado, entre alguna colaboración puntual, en Friendship (ACT, 2003), otro disco de Perico en formato quinteto. Como ejemplo “Android”, donde la batería se convierte en factor determinante en la pieza, dinamizándola de manera ilustre. Le encuentro parentescos con los últimos dos temas por sus matices que evocan imágenes (retro)futuristas.

Dilema” realmente representa ese estado de ánimo cuando uno está dándole vueltas a una serie de ideas que nos apesadumbran. De pronto, creemos encontrar una solución lógica y brillante a nuestro problema. La melodía entonces progresa de manera armoniosa y el conjunto entero se mueve con animado talante y casi se podría decir que hasta con paso confiado, superando la confusión momentánea. O eso nos parece al menos al principio, porque luego descubrimos que el dilema no es tan sencillo de resolver. ¿Qué hacer, qué hacer?, se pregunta la melodía una y otra vez. En una lucha entre un estado y otro acaba el tema.

“Bugalú” es la pieza más bailable del conjunto. No es casualidad, el mismo nombre ya apela al ritmo latino también escrito como “boogaloo”, surgido en Estados Unidos en la década de los 60. Una melodía agradable, que transmite sensaciones placenteras, ideal para cerrar el disco y quedarse con un buen sabor de boca.

El autor de cincuenta años firmó uno de sus mejores álbumes, donde ritmos clásicos del jazz como el be bop y sus variantes, el soul, el smooth y la psicodelia conviven con recursos y planteamientos más contemporáneos. Demuestra aquí un fascinante sentido del groove y un trabajo compositivo e interpretativo, además de personal, vanguardista, desprejuiciado y versátil. Sus acompañantes, como de costumbre, poseen el talento requerido como para que el valenciano le saque el máximo rendimiento a sus planteamientos musicales. Elàstic es la prueba fehaciente de que Perico Sambeat está en plena forma, lejos de anclarse en un modelo concreto y, sí, sumando victorias.


Artículo publicado originalmente en Fac magazine.


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